miércoles, 15 de septiembre de 2010

ARCTIC MONKEYS

Antes de empezar con esta crónica hay algo que me gustaría comentar.

Ya me lo había dicho mi colega el Youngie antes de entrar en el Palacio de Vistalegre.

-. “La sonoridad es lamentable”.

Yo para mis adentros pensé que podía ser exagerado, que lo mismo era para los oídos de un profesional de esto. Enseguida me di cuenta que no, que te valía tener una oreja frente la otra para darte cuenta que el sonido en el Palacio de Vistalegre es un autentica MIERDA.

Me parece increíble que se pueda emplear este recinto para conciertos, es una estafa. En el concierto del viernes pasado no se apreciaban los matices de la guitarra y en los momentos más cañeros aquello se convertía en un ruido insufrible.

Un CERO para la organización y no es comprensible, bueno o tal vez sí. Me temo que consiste en invirtiendo lo mínimo forrarse lo máximo.

Como podéis imaginar superar este handicap se convierte en una misión casi imposible para cualquier banda. Pues lo consiguieron a pesar del sonido lamentable, el show que nos ofrecieron los chavales fue más que respetable.

Hay que reconocer que los de Sheffield se han hecho mayores, han cambiado de estilo y ya no sólo por sus pelos, su música ha pasado de aquel pseudo garaje acelerado a un estilo mucho más oscuro, guitarras afiladas y una base rítmica contundente (muy bien Matt Helders a la batería) se les nota que disfrutan en directo y la verdad es que en todo momento la sensación que dan es que controlan la situación, parecen mucho más experimentados de lo que realmente son.

Estuvo bastante bien el juego de luces y las pantallas LED y el público es evidente que se divirtió fue una pena que no tocasen temas como ‘Fake Tales Of San Francisco’ o ‘Dancing Shoes’ pero en líneas generales me pareció un buen espectáculo.

Para terminar otra cosa que me deja perplejo. No puedo entender como estas bandas que tan pocos años llevan en la carretera y se las supone energía y ganas de comerse el mundo. Como se marcan un espectáculo que no supera ni la hora y treinta minutos. Con tres trabajos en el mercado que menos que las dos horas. Me resulta incomprensible.

Lo comparas con gente que supera los 50 con conciertos de más de dos horas…. y una de dos o son más profesionales o eso de lo de los viejos roqueros nunca mueren es una verdad como un templo..

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