Octubre, 2005… Aquel otoño descubrí el grupo que tal vez dentro de 20 años recordaré como uno de los más influyentes sobre mi tejido musical y sentimental.
Procedentes de la filosofía del country construyen un universo peculiar y único… ya no podemos hablar de innovaciones dentro del género, "Yankee Hotel Foxtrot" es uno de los discos más interesantes y diferentes de rock de los últimos años.
Recomendaciones para una primera escucha:
Túmbate en tu cama, luz tenue, unos buenos cascos y pulsa play. Ahora cierra los ojos, escucha, aprende y déjate sumergir en el océano Wilco.
Jeff Tweedy, líder y maestro en “Yankee Hotel Foxtrot” explora las dificultades de la comunicación entre las personas. Un estudio de cómo el contexto puede cambiar el sentido de muchas cosas. Y así descubrimos que el cuando, el cómo y el dónde de lo que dices se convierte casi en todo lo que dices.
Comienza el disco, historia anómala, la búsqueda del desenamoramiento, arrepentimientos…hasta el momento en que Jeff lo dice, lo pronuncia: “I am trying to break your heart”… entonces la canción se desmorona… se parte, se quiebra la voz, crecen las interferencias, el ruido más bello que vas a escuchar jamás…y de repente… ‘Kamera’!!, armonía, ritmo clásico, CONTRASTE.
Ya se define el álbum como sorprendente. Una canción que nos habla de confusión y de ecos en el corazón. Y cuando pensamos que tras un brillante comienzo el disco ha caído en la gentileza del pop…’Radio Cure’ cuyo fin es esconder su hermosa melodía tras una instrumentación casi cubista que debemos componer nosotros mismos. ‘War on War’ es la siguiente Miss desconcierto que nos encontraremos… con un comienzo instrumental perfecto, que nadie se atrevería a retocar, ritmo pegadizo y la moraleja de que hay que caerse para aprender a no caerse. A continuación… una perla ‘Jesus, Etc’ mi preferida, instrumentalmente deliciosa, líricamente intensa y arropadora.
Pero el álbum no decae! ‘Ashes of American Flags’ nos arroja a la fatalidad de los errores del pasado, con ‘Heavy Metal Drummer’ nos habla de la inocencia de tocar versiones de Kiss, hermosos y colocados, su adolescencia. Arranque de guitarras en ‘I’m The Man Who Loves You’ abierta carta de amor, juvenil y refrescante.
Ojito al final, un minuto de guitarrillas y percusión de lo mas animado que desemboca en una especie de morse a base de riffs. ‘Pot Kettle Black’ insospechadas poesías. ‘Poor places’ voces asustadas cantando canciones tristes de dos acordes… delicado acompañamiento musical casi de orquesta de garaje.
Y después de ese ruidoso e inquietante final ‘Reservations’, con su impresionante atmósfera inclasificable cierra lo que declaro a día de hoy como uno de mis discos preferidos de los últimos 20 años, y lo digo bien alto!!!.
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